Por Ricardo Kirschbaum
-La
confiskación de YPF es una medida atroz. ¿Qué le provocó a usted?
-Un dolor
inenarrable. Y ni le cuento cómo está Antonia con este tema: llora seguido, se
despierta por las noches, come poquito, no sale sola a la calle, se defeca
encima… En fin: son días difíciles. Creo que vamos muy mal.
-¿Qué
sintió cuando se sancionó la ley?
-Mucha angustia, a tal punto que lloró y clamó por su chupete.
-Digo, qué
sintió usted.
-Un dolor
inenarrable que paso a narrárselo: fue una sensación como de…
-Bien. No
siga. Veo que no le gustó la actitud del Congreso.
-No, para
nada. No puedo creer que los legisladores se arroguen la representación del
pueblo. Vivimos una dictadura de la ley.
-¿Dictadura
con c o con k?
-Con c, en
este caso.
-Cuando
usted sea Presidente en 2015, ¿qué hará al respecto?
-Al día
siguiente de mi asunción, ni bien me levante, le entregaré YPF a algún holding
norteamericano o de alguna otra potencia extranjera. Los argentinos no están maduros aún para mantener la propiedad de sus riquezas naturales. Luego del almuerzo, decretaré la nulidad de todos los planes sociales. Los argentinos no están preparados para tener planes sociales. Y así. Espero que, con todo eso, Antonia recupere la sonrisa. .
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