Ahora ya se sabe. Aquello fue una paliza. El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y el vicepresidente, Amado Boudou, recibieron una goleada de visitante cuando viajaron a Nueva York en febrero último a presenciar la audiencia en la que tres jueces escucharon las partes del juicio entre la Argentina y los fondos buitre.
Hoy, cerca de las 10 de la mañana, se conoció el resultado de aquella excursión. Esos tres jueces dieron a conocer su fallo.
Antes que nada, una buena noticia (no menor) del escrito. Y es que la Argentina podrá pagar US$ 2.700 millones del Bonar VII que vencen el 12 de septiembre y US$ 67 millones el 30 de septiembre. Así, el Gobierno no entrará en default técnico y por eso mismo no habrá consecuencias (inmediatas). La Cámara de Apelaciones, en su fallo de hoy, dejó también en suspenso la sentencia del juez Thomas Griesa de que el Bank of New York Mellon sea objeto de sanción al actuar como agente de pago en el ruteo del dinero que va desde la Argentina hasta los tenedores de bonos. Por ahora, parece, que nada de la saga buitres impacte sobre la economía real y el día a día de los argentinos.
Pero no por mucho tiempo. Y acá vale explicar por qué la Argentina recibió hoy una paliza en el escrito. Van cuatro razones.
Primero, en la página 1 del fallo (son 25), los jueces cuentan seis promesas que el país hizo a los inversores y no cumplió.
Segundo, la Cámara ratificó que la Argentina está obligada a pagar el 100% de lo que los demandantes solicitan (unos US$ 1.400 millones).
Tercero, los términos utilizados por los jueces para caracterizar la conducta argentina en este litigio: "No hubo propuestas productivas", "se nos dijo que no habría voluntad de obedecer", "los funcionarios argentinos anunciaron públicamente y repetidamente su intención de desafiar las reglas de esta Cámara", "el comportamiento extraordinario de la Argentina fue una violación de la claúsula pari passu".
Cuarto, la Cámara rechazó todas (sí, todas) las razones que la Argentina presentó para explicar por qué los buitre no llevan razón. Para el Gobierno, el fallo Griesa viola el cumplimiento del Acta de Inmunidad Soberana Extranjera, compromete el pago de obligaciones en plazas fuera de las de Nueva York y sienta un mal precedente para futuras reestructuraciones amenazando, incluso, la estabilidad del sistema financiero global. Bueno, nada de eso es válido para la Cámara.
¿Y ahora entonces? La Corte Suprema podría aceptar el caso. O al menos eso aspira el gobierno argentino. Recién se sabrá a fines de septiembre o principios de noviembre. El máximo tribunal de EE.UU. sólo resuelve sobre delitos federales. ¿Por qué tomaría el caso argentino? La Argentina dirá que el fallo Griesa violaría el Acta de Inmunidad Soberana Extranjera. Eso mismo que hoy la Cámara rechazó. Es la bala de plata que le queda a Lorenzino. Antes de que el tema sí impacte en el bolsillo de los argentinos. Como dijo hoy la Presidenta (y tiene razón) "cuando los números de la macreconomía no cierran, a lo mejor tu trabajo también peligra".
¿Cuán hijo de puta, vendepatria, cipayo atómico hay que ser para escribir una nota como ésa de Ezequiel Burgo? Espero que al menos haya conseguido un ascenso en el diario o un plus de sueldo, sino no se entiende. Dan asco de lo anti-argentinos que son.
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