Maestría Clarín en periodismo: cómo cubrir marchas de manera objetiva e independiente.

A la izquierda, la gigantesca marcha del 8N, quizá la más grande en la historia del mundo; a la derecha, la impresionante manifestación gremial anti K de ayer, tal vez la más importante en la historia del Universo; en el medio, la reunión íntima del 9D en Plaza de Mayo en la que la diktadora se juntó, choripanes mediante, con algunos violentos de La Cámpora para tramar el embate final contra Clarín y la Libertad.  

La violenta embestida del cuasi polémico Gelblung contra mi persona.

Triste. Le doy de comer y me ataca con bajeza. ¿Quién? Nada menos que Samuel Gelblung, a quien no califico de polémico porque hoy estoy en un buen día. Lean, argentinos, lo que ha declarado este periodista de mi patrimonio, lean -e indígnense- con este durísimo ataque a quien esto escribe. 



V.: Si hubiera estado al frente de Clarín en este contexto, ¿qué hubiera hecho?

Ch.G.: Es muy difícil porque es el día a día. Algunas cosas habría hecho igual, otras muy diferente. Yo creo que hay un exceso de querer buscar el pelo en la sopa. Eso hay que hacerlo sólo cuando se justifica. Hay cosas de Clarín que son de alto periodismo y otras que a mí no me gustan. En la pelea con el Gobierno, en algunas cosas hubiera sido más objetivo y en otras hubiera defendido con uñas y dientes la posición del Grupo. Creo que muchas veces Clarín sobreactúa la oposición. Yo no lo hubiera hecho. 

V.: ¿Cuáles, por ejemplo?

Ch.G.: Por ejemplo, hace unos días salió una reproducción de un artículo del diario El Mundo, de España, donde decía que los argentinos comprábamos un producto en la góndola de un supermercado y que cuando llegabas a la caja ese producto valía diferente. Eso fue en la época de la hiperinflación, hoy no es la realidad. Yo no lo hubiera publicado, porque no es cierto. Creo que no lo deben haber leído y lo publicaron igual. Es un grave error.

V.: ¿Cuál es su posición frente a la nueva ley de medios y a la desinversión?

Ch.G.: El problema de la ley de medios es cuando se legisla para atrás. Creo que en esos artículos se equivocaron; hacia adelante, sí. No me gusta que un medio tenga todo en una ciudad, una radio, un canal de televisión, un canal de cable. Acá y en ninguna parte del mundo, pero acá ya se dio. Me parece que obligar a la desinversión es un error. Hacia adelante podés, pero legislar hacia atrás, no.


La embestida completa, aquí:
http://www.ambito.com/suplementos/viernes/noticia_suplemento.asp?ID=667438&Seccion=Secciones%20Especiales

13D: el cacerolazo multitudinario de ayer hizo tambalear a la diktadura.

Aunque esta foto difundida por mis 6 administradores Web (a quienes pago 245.000 por mes para que me organicen estas manifestaciones épicas) no lo alcanza a mostrar por una cuestión de ángulo de toma, hubo millones de personas ayer a la noche en Plaza de Mayo, vivando a Clarín y pidiendo por una cautelar eterna. Gracias a mi gente.  

Clases de periodismo: cómo cubrir una manifestación épica y masiva y una manifestación violenta, rencorosa y minoritaria.

La primera tapa es la posterior a la increíble y durísima y terminal y épica y masiva protesta contra la diktadura del 8N, que reunió unos 20 millones de personas o quizá más. La de la derecha es la posterior al encuentro violento y minoritario -200 personas, según mis cálculos- donde la diktadora embistió contra la República. Obviamente, no le puse una foto porque daban lástima esos 200 seres oscuros comiendo choripán pagado con la plata de los jubilados. 

La Iglesia, siempre cómplice de los presidentes patriotas.

La Iglesia siempre ha estado junto a los mejores Presidentes. Los ha apoyado para que, iluminados por Dios y fortalecidos por la ingesta de hostias, pudieran llevar el país hacia su destino de grandeza. Orgullo.