En la
ciudad de Buenos Aires, en un búnker de máxima seguridad en algún lugar del
barrio de Belgrano, el día 26 de julio de 2012.
Informo a
los argentinos en su conjunto que he decidido, por el momento, suspender mi
candidatura a Presidente con la que pensaba tomar el poder en 2015 y construir
el país que siempre anhelé, el país que yo y mi Grupo soñamos siempre. Las
razones de mi decisión son de índole estrictamente secreta y no serán dadas a
conocer nunca en la historia futura del mundo.
Desde ya, que yo disuelva de manera
momentánea mi carrera descendente hacia la Presidencia no
significa que resigne mi lucha, que es dura y mucha pero que llevaré hasta el
final: la huída cobarde y desordenada de la diktadura que me sojuzga. Para
ello, recurriré al Dr. Macri y al Dr. Scioli, a quienes continuaré mimando,
como nunca he dejado de hacer, desde mis 302 medios independientes, mientras
decido a cuál de los dos unjo Jefe de Estado.
Ordeno que acepten mi agradecimiento
todos aquellos que, llenos de fervor patrio y de hondo clarinismo, han
trabajado por mi candidatura. Ordeno también a todos los argentinos que acepten
mi abrazo sincero y/o mi apretón de manos por el permanente apoyo que me han
dado.